Portugalete recupera su vinculación con el txakoli a un año de la celebración de su 700 aniversario como Villa
Las antiguas canteras de Portugalete acogerán una plantación de vides de txakoli emulando su pasado como Villa Agrícola y Marinera.
Mayo de 2021.
Historia
La historia nos recuerda que ya en el siglo XV, Portugalete tuvo unas ordenanzas en las que, entre otras cosas, se prohibía a las naves descargar vinos de cualquier puerto si no se llevaba otra cantidad equivalente en txakoli producido en la Villa. Precisamente el cultivo y explotación de las parras y viñas era en aquel entonces una de las fuentes principales de ingresos de los portugalujos. Las laderas de Azeta y Buenavista entre otras, acogieron durante los siglos XV y XVI las parras para sacar txakoli de calidad.
Del término jarrillero
A partir del siglo XVI empiezan a hacerse populares las tabernas especializadas en servir este vino y es justo cuando, según la tradición oral, también empieza a hacerse extensivo el uso de jarras de barro cocido para servirlo, ya que guardaban de forma fresca el vino en su interior.
Esas jarras fueron utilizadas durante siglos en Portugalete, adquiriendo fama fuera de nuestras fronteras y dando pie a los forasteros a calificar a los Portugalujos como Jarrilleros, acepción que ha llegado hasta nuestros días.
700 Aniversario y recuperación ambiental de la zona.
La plantación que ahora se realiza, tiene un mero carácter ornamental y trata de transmitir una recreación de nuestro pasado como Villa Agrícola y Marinera, pero también ha servido para adecuar medioambientalmente una zona que necesitaba una actuación de recuperación. Se realiza en un entorno privilegiado, puesto que desde esas laderas se puede contemplar el Abra, el Puente Colgante, el Museo Rialia o la plantaciones de txakoli de nuestros vecinos de la otra margen de la Ría.
Enmarcada dentro de las actividades en torno al 700 aniversario de la Villa que se celebrará el próximo año, esta plantación está formada por vides de la variedad “Hondarribi zuri”, con un marco de plantación de 2,5m entre vides y 2,90 m entre calles.
Esta variedad es la más presente entre las plantaciones de txakoli de las comarcas costeras; influenciadas por el Mar Cantábrico aportan al vino unos agradables colores amarillos y delicados aromas frutales.
En la plantación, al final y al comienzo de cada calle, se plantan unos rosales como marcadores, para indicar la posible entrada de hongos en la misma. La tela que se ha ubicado entre las calles es un “Horsoi Biodegradable”, que evita la presencia de hierba que compita con las vides por los nutrientes. Al cabo de 4 años esta malla desaparece, integrándose en la propia tierra. Ese es el tiempo en el que podremos indicar que las parras ya están por fin totalmente asentadas.
La plantación lleva un sistema de riego automático para aportar a cada vid el agua necesaria según el momento, realizando de esta forma un uso sostenible del agua, evitando despilfarros innecesarios. Asimismo en las parcelas se van a realizar siembras de prados floridos que den cobijo a especies insectívoras y depredadores naturales de patógenos de las parras.
Posteriormente, junto a la plantación se colocará un panel explicativo que formará parte de la ruta turístico-histórica del Proyecto de Interpretación del Patrimonio Histórico que está en ejecución. Ese panel aportará información y pondrá en valor la historia y vinculación de la Villa con el txakoli.
